Continuando con nuestra visita a Bonito, fuimos a
conocer la Gruta del Lago Azul, una de las más hermosas del mundo en opinión de
los entendidos. Está localizada a veinticinco
kilómetros de la ciudad, en medio de una zona de estancias (fazendas) dedicadas
a la cría de ganado bovino. Básicamente, la Gruta del Lago Azul es una
cueva que tiene una profundidad de cien metros cubierta por las aguas de
un lago. La particularidad del lugar son sus tonalidades y el paisaje que
parece mágico. La gruta fue descubierta en el año 1924. No se conoce demasiado
sobre el origen del agua en el lago (se cree que proviene de un río
subterráneo), pero se estima que la profundidad total alcanza unos 90 metros . Para llegar a
ella hay que hacer una caminata por el bosque, y luego ingresar
a través de una única y amplia entrada, de unos cuarenta metros de ancho por
diez de alto, en pronunciado declive que permite ingresar a la luz solar para
iluminar las aguas azules y hermosas, así como estalactitas y estalagmitas de
diferentes tamaños. El interior del lago ha sido explorado parcialmente, y
en él se han encontrado restos óseos de
animales prehistóricos entre ellos, el del tigre dientes de sable y del
perezoso terrestre gigante que vivieron en esta zona hace más de diez mil años.
La visita se realiza en grupos de no más de diez personas acompañadas, siempre
de un guía, quien durante el recorrido ilustra a los visitantes y la evacuación
de sus consultas. Esta atracción es gestionada directamente por la Prefectura
que, para evitar la sobreexplotación del recurso, ha establecido un cupo diario
de trescientos cinco visitantes y los paseos se realizan sólo por la mañana. Al
atardecer, nueva caminata por el centro y luego a preparar los bártulos para
viajar mañana rumbo a Asunción del Paraguay, nuestro próximo destino.
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