Nuestro Viaje al Norte

19/09/2013 – 260º DIA – ASUNCION – SANTA FE - 879 KMS.

Recién acabamos de tomar conciencia que nos encontramos en las postrimerías de nuestro viaje, que nos encontramos en la penúltima etapa y que en poco rato habremos de ingresar a nuestro País. Desde Asunción a Clorinda, la población argentina fronteriza con Paraguay, hay dos caminos posibles, uno por tierra viajando 45 kms. hasta la localidad de Puerto Falcón, cruzando el Río Paraguay y luego dos pequeños riachos, y otro por agua cruzando por ferry el Río Pilcomayo. Elegimos la primera opción e hicimos el camino hasta Puerto Falcón viajando a través de la campiña paraguaya donde se crían animales vacunos de buena raza. Luego de cumplir las habituales formalidades en la Aduana y Migraciones arribamos a Clorinda, una ciudad que muestra una importante actividad comercial, propia de su ubicación fronteriza pero carente de atractivos que inviten al viajero a permanecer en ella, de manera tal que luego de reemplazar una lámpara quemada de la camioneta nos adentramos en la Provincia de Formosa, ahora siguiendo un definido rumbo sur. Afortunadamente, la ruta estaba en buen estado y el tráfico fue escaso lo que nos permitió disfrutar de una conducción tranquila y segura. A poco de andar apreciamos las diferencias topográficas entre Brasil y la Argentina, mientras que en el primer País las colinas conforman el paisaje habitual, en el segundo, son las grandes praderas de superficie plana las que dominan la geografía, y esta diferencia es muy apreciada a la hora de conducir por que tener una visión interminable y sin obstáculos favorece la conducción. La ruta nacional Nº 11 por la que veníamos transitando se encontraba en el mismo buen estado tanto en Chaco como en Santa Fe, circunstancia que nos permitió ir admirando el paisaje de las grandes llanuras y los importantes establecimientos dedicados a la cría de ganado bovino ubicados a la vera del camino, junto a plantaciones de caña de azúcar y arroz, además de grandes extensiones cubiertas de palmeras.

Así fue que cubrimos esta larga etapa, y alrededor de las 20 horas arribamos a la tranquila y ordenada ciudad de Santa Fe. Nos premiamos con una excelente cena de pescados de río preparados en el tradicional “Quincho de Chiquito”, ubicado en la avenida costanera en la costa de la Laguna Setúbal, un lugar que ya es un emblema de esta Ciudad.