Nuestro Viaje al Norte

28/03/2013 - 221º DIA – SAN RAFAEL – EMBALSE LOS REYUNOS – SAN RAFAEL - 95 KMS.

Por la mañana city tour por San Rafael, la segunda ciudad de la Provincia de Mendoza localizada a 240 kms. de la ciudad capital, cuenta con alrededor de 100.000 habitantes, y es un importante polo turístico, actividad que ha tenido un crecimiento relevante en los últimos años. Se trata de una ciudad de edificios bajos, calles y veredas anchas y arboladas, y recorridas por cantarinas acequias, atributos que la hacen muy agradable para caminar y disfrutar del frescor y la sombra de los grandes árboles que en ellas se ubican, principalmente plátanos y álamos. Estábamos en Jueves Santo, inicio de un largo fin de semana y la ciudad había sido invadida por legiones de turistas provenientes de los cuatro puntos cardinales, que se desplazaban de manera alegre y bulliciosa. Los atractivos puntuales de la ciudad son mínimos, entre ellos la muy cuidada plaza San Martín, el paseo de la vieja Estación de Trenes, y las varias plazas y parques que se localizan en distintas partes y que son muy visitadas por los mismos san rafaelinos en las tardes para hacer las clásicas mateadas. Por la tarde nos desplazamos 45 kms. por una ruta pavimentada para visitar la presa Los Reyunos, un gran espejo de agua rodeada de cerros ásperos, sin vegetación, lo que determina un paisaje muy agreste. En la parte superior del paredón del dique hay una especie de parque en el que pasaban la tarde gran cantidad de locales y turistas. También aprovechamos a visitar Villa 25 de Mayo, una pequeña villa muy cercana a la ciudad donde se conservan todavía restos de lo que fue el Fuerte de San Rafael del Diamante, una fortificación construida en 1805 por orden del Virrey Sobremonte que sirvió de punta de lanza para el control y dominación de lo indios que asolaban esta parte del territorio. Por la noche recorrimos nuevamente el centro donde pudimos apreciar una importante actividad comercial, luego disfrutamos de un café en la vereda de uno de los muchos bares y confiterías desde donde apreciamos el incesante movimiento de personas que de manera tranquila y despreocupada gastaban las últimas horas de lo que fue un hermoso día soleado.