Último tramo de esta etapa con la que finalizamos nuestro recorrido americano. Un trayecto corto y sin ningún tipo de atractivo que nos permitió evocar, y evaluar, a través de una mirada retrospectiva, todo lo que vimos, vivimos y aprendimos en estos 60.000 kms. que transitamos a través de las tres Américas. En estos momentos tomamos clara conciencia del desafío que acabábamos de superar, y de la importancia que tuvieron para nosotros el contacto y el apoyo que recibimos de nuestra familia, de los amigos de antes, y de los que fuimos cosechando día a día en este largo devenir, y de aquel SER que se encuentra en el más allá. Al llegar a nuestro hogar y reencontrarnos con nuestros afectos, nos sentimos emocionados y agradecidos por haber tenido el privilegio de convertir en realidad un sueño de juventud, algo del que sólo los elegidos pueden disfrutar.
Cerramos estas páginas escritas, con más sentimiento que calidad deseando que hayan disfrutado de su lectura, tal como nosotros lo hicimos con su escritura, y que les haya permitido, aunque más no sea por algunos momentos, ocupar un lugar en nuestro vehículo y sentirse un tripulante más de LA NAVE.
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