Nuestro Viaje al Norte

14/03/2012 – 73º DIA – GUADALAJARA

Dedicamos la mañana de hoy para volver a recorrer el área de la plaza Tapatío, el Teatro Degollado y el Hospicio Cabañas. Lamentablemente fracasamos nuevamente en el intento de conocer el interior del Teatro Degollado esta vez el impedimento fue que se habían suspendido las visitas por que se estaba montando el escenario de una obra. Caminando por los alrededores descubrimos una iglesia que no habíamos visto anteriormente se trata de la Iglesia de María de Gracia que en realidad es el remanente de una de mayor tamaño hoy reducida a una sola nave, con una decoración tanto en su fachada externa como en su interior muy sobria y sencilla. Continuando con nuestra caminata ingresamos al Museo llamado La Casa del Tequila el que muestra en distintas salas con criterio muy didáctico el origen y el desarrollo de la prospera industria del tequila. Aprovechamos para tomar algunas fotos del fruto del ágape y pudimos apreciar que mucho mas grande de lo que nosotros pensábamos. También visitamos en el mismo lugar la Exposición Itinerante de todos los tequilas que se producen. En total son 1201 botellas de todas marcas. Su número le ha valido ser incluida en el libro de los Récords de Guiness. Finalmente recalamos en el antiguo Hospicio Cabañas Institución dedicada a la atención de la niñez desvalida creado por el obispo Juan Cruz de Cabañas y Crespo en el año 1805, el que funcionó de manera irregular hasta 1980 fecha en la cual fue convertido en un Instituto de Promoción Cultural y la actividad original se sigue cumpliendo hasta nuestros días en otro edificio. Lo más importante que se puede observar es el edificio en sí que cuenta con 23 patios y 106 cuartos y dos capillas. El otro gran atractivo lo constituyen los gigantescos murales pintados por el artista mejicano José Clemente Orozco entre el año 1937 y 1939. Son 53 murales que decoran paredes y cúpulas, cada uno de los cuales representan escenas de la conquista, el choque cultural de los españoles y los indígenas y otras escenas de hechos contemporáneos. La obra cumbre se denomina “El Hombre de Fuego” y decora la cúpula de la capilla principal.

Por la noche Guadalajara nos despidió literalmente hablando “a toda orquesta”. Ocurre que mientras paseábamos por El Zócalo y la Plaza de la Revolución escuchamos algunos sones musicales, y tal como en el cuento del Flautista de Hamelín fuimos siguiendo la música hasta ingresar al patio del Claustro de San Agustín, el que se encuentra justo al lado de la iglesia del mismo nombre. Allí nos encontramos con The Kanata Big Oschestra que estaba dando un recital al aire libre en cuyo transcurso no solo nos deleitarnos con excelentes temas musicales brillantemente ejecutados, sino con una exhibición fuera de serie del maestro Kanata que ejecutó un solo de batería con una maestría inigualable y una duración no menor a 10 minutos que incluyó en uno de sus pasajes música ejecutada con solo los palillos de la batería. Fue algo espectacular que el público recompensó con una generosa dosis de aplausos.

Fin de nuestra visita a Guadalajara, mañana viajamos a Aguascalientes, allí nos esperan nuestros excelentes amigos Cecilia y Carlos.