Nuestro Viaje al Norte

29/08/2012 – 155º DIA – MARIPOSA – MARIPOSA - 254 KMS.

Para visitar los parques de EE UU hay que estar dispuesto a pasar muchas horas sobre el auto, subiendo y bajando de él a cada momento. Esto resulta así por que no se llega a un lugar determinado, sino que son infinidad los destinos, son cada uno de los lugares en donde hay una buena vista del paisaje, y los hay muchos y variados. En el Parque Yosemite los principales atractivos son los espectaculares macizos de granito que mudan de color y forma según el lugar desde donde se los observe, la hora del día y si éste está soleado o no. Por ello es que se toman muchas fotografías que parecen repetidas, pero cada una muestra una vista distinta. El otro atractivo del parque es la presencia de algunos ejemplares de sequoias gigantes como una especie de anticipo de las que veremos posteriormente cuando visitemos el Sequoia National Park. Durante la visita admiramos los macizos rocosos más importantes, entre ellos: El Capitán, y el Half Dome, luego algunos ejemplares vivos de sequoias tal como la Grizzly Giant y el California Tunnel Tree. Del primero conocimos que éste ejemplar con lo inmenso que es, no es ni el más alto ni el más grande, pero que tiene la bonita suma de 1800 años de edad. Del segundo supimos que este árbol fue “excavado” a fines del siglo XIX para permitir el paso de las diligencias, por lo tanto, su abertura supera los dos metros de ancho, y su altura los tres. También observamos un ejemplar caído desde hace varios siglos llamado “Monarch Failled” del que pueden verses sus raíces al aire que tienen un diámetro que supera fácilmente los diez metros. Este ejemplar ha pesar de los años transcurridos desde su caída no ha sufrido mayormente los efectos de la descomposición, debido a la presencia de tanino en su corteza que retarda este proceso, y que además, lo protege de la acción de los insectos. En el centro del parque se encuentra Wawona, un pequeño poblado que en sus comienzos fue una estación de diligencias donde se cambiaban los caballos y los pasajeros pasaban la noche en el hotel del mismo nombre, el que a la fecha todavía se encuentra operativo. En este lugar hay un museo que recuerda a los pioneros y muestra algunos carruajes, maquinaria y herramientas de labranza.

A partir de la diversa información que fuimos obteniendo durante la visita hemos aprendido algo interesante sobre el papel activo que juega el fuego y los incendios forestales en el ciclo reproductivo de las sequoias. Así hemos podido saber que los primeros hombres blancos que llegaron a la zona alrededor de 1850, quedaron maravillados por el tamaño de los árboles que encontraron, por lo que desde estos comienzos llevaron a cabo acciones para protegerlos, mientras pedían al gobierno federal que también se ocupara de este tema. Esta presión determino que el Congreso dispusiera en 1854 la creación de un parque nacional, y puso a su servicio efectivos del Ejercito con la misión de proteger estos árboles, los que, como es de imaginar, eran muy apreciados por la cantidad y calidad de su madera. Estas funciones las cubrió el Ejercito hasta 1914 fecha en que se creó el Servicio Nacional de Parques Nacionales como una fuerza estable dedicada exclusivamente a la protección de éste y los restantes parques existentes, y los que se crearan en el futuro. En este ínterin los colonos hacían ingentes esfuerzos para combatir los incendios que, normal, y habitualmente se desataban en el parque, muchos de ellos por la acción de los rayos. Con el tiempo los científicos advirtieron que la población de ejemplares jóvenes era muy escasas, y que algo estaba funcionando mal en el ciclo reproductivo que impedía el nacimiento de nuevas plantas, hasta que alrededor de 1960 cayeron en la cuenta que el combate de los incendios forestales estaba impidiendo que el fuego con la temperatura que genera ayudara a las piñas a abrirse y liberaran las semillas. Por otra parte, al evitarse los incendios, las semillas caían sobre la hojarasca impidiendo que tomaran los nutrientes directamente del suelo limpio. Finalmente, al no haber suficientes incendios, las semillas no podían ser cubiertas por la fina capa de cenizas que le aportan un manto fértil para germinar. Actualmente, el Servicio de Parques Nacionales lleva adelante una política de fuegos iniciados y controlados para facilitar el nacimiento de nuevas plantas con resultados positivos. Por supuesto que se combaten y evitan los incendios indiscriminados que no cumplen con esta función reproductiva. En conclusión: del fuego también nace la vida.