03/03/2012 – 62º DIA – ACAPULCO – TAXCO – 350 KM

Final del descanso y el esparcimiento: es hora de alimentar el espíritu viajero y eso requiere tener a la carretera como animada anfitriona para que kilómetro a kilómetro nos vaya mostrando los ricos paisajes de este suelo mejicano tan cambiante y colorido. Para la etapa de hoy optamos  por el camino mas corto y sencillo utilizando una excelente autopista de pago la cual se encuentra perfectamente señalizada y mantenida. A pesar de tratarse de un viaje por autopista en ningún momento resultó monótono o aburrido ya que el mismo discurre por entre los pliegues de la Sierra Madre, o sea que siempre se están subiendo o bajando, y  esto proporciona una paisaje y  vegetación cambiante. Desde la salida de Acapulco con rumbo norte, la vegetación va  mudando por las distintas tonalidades: del  verde al marrón de la vegetación achaparrada y la tierra magenta. Con esta ruta tranquila y sus paisajes cambiantes el viaje se hace corto, de forma tal que antes del mediodía estábamos entrando a Taxco “La Ciudad Mágica” y a fe nuestra que si lo es, por que entrar en esta ciudad es como adentrarse en otra en otra época.

Resulta admirable  que haya podido conservar todas sus construcciones, y su espíritu colonial. Es un verdadero placer admirar los múltiples paisajes que se dibujan en cada esquina por que hay que destacar que la ciudad se encuentra literalmente “colgada de las montañas”. Caminar por sus angostas calles carentes de veredas y en las que en muchos sectores, no pueden circular dos vehículos de manera simultanea mientras se admira el excelente  estado de conservación de todas las construcciones, es algo así como volver atrás en el tiempo lo que promueve una agradable sensación de paz y tranquilidad, muy lejos de los avatares de las ciudades modernas y del clima de inseguridad que las envuelve.

La mayor atracción que se ofrece  al viajero es la Iglesia Catedral conocida como de Santa Prisca, pero que en realidad es Iglesia Catedral  de Santa Prisca, y San Sebastián mártir, ya que esta consagrada a estos dos santos. Es un monumento a la creación arquitectónica y artística, una joya difícil de  admirar y dimensionar en una sola visita. La obra fue diseñada por tres arquitectos españoles, construida por artesanos pertenecientes a varias etnias de indígenas y financiada por un francés de apellido Borda que amasó su fortuna con explotaciones mineras localizadas en la zona. Las obras comenzaron en el año 1711 y finalizaron en 1718 y su consagración fue realizada por uno de los hijos del benefactor. Lo más destacado de este monumento es la magnificencia que exhibe por que todo el mobiliario ubicado en su interior está revestido con una fina lámina de oro de 23,5 kilates. Tanto el altar mayor como los auxiliares están tallados en madera fina revestida en oro. Para pintar la sacristía y otros sectores del templo fue contratado un pintor español llamado Miguel Ángel Cabrera quien pinto 56 cuadros con motivos religiosos, incluyendo uno muy original ya que en él se autorretrato incluyéndose dentro de las figuras de la obra.

Continuando la visita subimos a uno de los  cerros que rodean la ciudad mediante el uso de un cable carril que finaliza en las instalaciones del Hotel Monte Taxco desde donde se obtienen unas bellas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.

Esta ciudad es llamada la “Ciudad de la Plata” por que sus habitantes durante generaciones de  han dedicado a extraer este mineral de las minas ubicadas en las cercanías, y que en este momento se encuentran paralizadas por un conflicto gremial que ya lleva cuatro años, pero además han continuado la actividad de orfebres que les viene como herencia cultural desde antes de la colonia. La ciudad es ahora un verdadero polo artístico industrial con miles de personas trabajando artesanalmente en talleres familiares este noble mineral. Demás está decir que toda la ciudad esta inundada de pequeños o grandes establecimientos que ofrecen una variedad infinita de productos en plata, desde modestos abalorios hasta cotizadas obras de arte.
 

 

Taxco - Vista desde el Hotel

 Taxco - Entrada al Hotel - Calles de Taxco
 

 Taxco - Callejuelas y Mercado Informal

 Taxco - Catedral de Santa Prisca y San Sebastián

 Taxco - Interior de la Catedral de Santa Prisca y San Sebastián
 

 Taxco - Interior de la Catedral de Santa Prisca y San Sebastián
 

 Taxco - Interior de la Catedral de Santa Prisca y San Sebastián
 

 Taxco - Interior de la Catedral de Santa Prisca y San Sebastián
 

 Taxco - Callejuelas
 

Taxco - Vista desde el Mirador del Hotel  Monte Taxco
 

 Taxco - Vista del Atardecer desde el Mirador del Hotel  Monte Taxco