De manera paulatina, el paisaje desde
el camino fue cambiando, pasando de las grandes praderas cubiertas de vegetación
baja, y con pocos árboles, hasta llegar a Misiones donde se aprecia una geografía
con desniveles bien marcados que dan lugar a un interminable sube y baja por el
que se atraviesan estas sierras,
llamadas cuchillas, las que se presentan rodeadas de un manto verde que se fue
haciendo cada vez más alto y frondoso transformándose en selva, la que con su
tierra colorada acompaña cada kilómetro del camino. Esta configuración, y la
presencia de muchos pequeños pueblos le otorga al viaje un colorido del que se
disfruta minuto a minuto.
Arribamos sin novedades, y luego de
alojarnos decidimos visitar el objeto principal de nuestra visita: las
Cataratas del Iguazú. Ubicadas a 17 kilómetros de la ciudad sobre el caudaloso Río
del mismo nombre, en medio de un paisaje selvático, son sin dudas, un
inapreciable regalo de la naturaleza. Las visitas están muy bien organizadas y
comienzan en el centro de recepción de visitantes, lugar en el que se ofrecen
charlas y proyecciones tanto sobre las cataratas, como de su entorno, flora y
fauna. El recorrido del parque puede hacerse mediante la utilización de un
pequeño tren que, en forma programada, recorre el parque, o bien caminando a través
de senderos perfectamente demarcados. Por una cuestión de tiempo nosotros
optamos por el recorrido en tren, y en él nos trasladamos a la parte más
pintoresca de las cataratas: la famosa Garganta del Diablo. Desde la estación
del tren se debe caminar algo mas de un kilómetro sobre el río, a través de una
serie de pasarelas, desde donde se va apreciando un espectáculo in crescendo a
medida que uno se acerca a la inmensa depresión de más de 75 mts. de altura que
conforma la Garganta del Diablo, lugar por el que precipita un inmenso caudal
de agua que provoca un espectáculo inenarrable, además de un sonido
sobrecogedor, y una intensa niebla y llovizna en la que se reflejan, según la
hora del día, y la posición del sol,
grandes arcos iris. En el lugar no hay nada que hacer salvo dejar que
los ojos y la mente capten la belleza
del lugar y del momento. Las fotografías son un tibio remedo de lo que se ve,
pero sirven para que, a la distancia y en el tiempo, uno tenga un punto de
referencia para el recuerdo.
Cataratas del Iguazú . Centro de Visitantes
Cataratas del Iguazú . Coaties son los dueños del Parque
Cataratas del Iguazú . El tren de la felicidad
Cataratas del Iguazú . El río con su máximo caudal
Cataratas del Iguazú . La imponente Garganta del Diablo
Cataratas del Iguazú . El agua me produce alergia
Cataratas del Iguazú . La imponente Garganta del Diablo
Cataratas del Iguazú . La imponente Garganta del Diablo
Cataratas del Iguazú . La imponente Garganta del Diablo
Cataratas del Iguazú . Alérgicos al agua
Cataratas del Iguazú . El espectáculo de los arcos iris
Cataratas del Iguazú . Los dueños del parque
Veo que anduvieron comprando ropa jeje. Muy buenas las fotos con los arcoiris
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