miércoles, 21 de agosto de 2013

21/08/2013 -  231º DIA– CALDAS NOVAS –– BRASILIA -  457 KMS.

Hoy arribamos al segundo destino importante que tenemos programado para esta etapa del viaje, el primero fue la visita a las Cataratas. Llegamos a Brasilia, luego de transitar por las rutas del Estado de Goiás, las que presentan algunos tramos ruinosos, y otros de excelente autopistas. Debido a que la etapa prevista no era muy extensa hicimos un desvío que nos sumó alrededor de 100 kms. para visitar Pirenópolis, un pequeño pueblo agrícola que tiene la particularidad de haber conservado y/o restaurado muchas propiedades construidas en los finales de 1800. No se trata de edificios imponentes, sino de casas muy austeras construidas en el estilo portugués de esa época, incluso la iglesia catedral data de esa fecha y es muy modesta tanto en su construcción, como en la decoración de su interior.
De Brasilia lo primero que podemos decir es que, contrariamente a lo que mucha gente piensa no se encuentra localizada en una región selvática, por el contrario ocupa una porción de una extensa meseta a 1200 mts. sobre el nivel del mar. Su clima es seco y tiene una temperatura promedio de 27 grados. La construcción fue decidida en 1956 y en solo 41 meses, en 1960, ya se habían terminado algunos de los edificios principales y comenzando el proceso de traslado de las oficinas públicas convirtiéndose en ese año en capital del Brasil. La  ciudad fue planificada  por el urbanista Lucio Costa y los principales edificios fueron diseñados por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer, recientemente fallecido. Como esta ciudad fue planificada desde los cimientos se la llamó en sus comienzos “la ciudad utópica” porque, teóricamente  debía dar soluciones urbanísticas a todos sus futuros habitantes que se estimaron en  500.000 personas, pero las cosas no salieron como se proyectaron, y hoy la ciudad cuenta con 2.500.000 pobladores, por lo que hoy, es una gran urbe con todos los problemas que aquejan a las grandes ciudades. La ciudad está formada por lo que seria el centro administrativo y político en donde se ubican las sedes de los tres poderes del estado, además de las casas centrales de las grandes empresas estatales y privadas. Luego existe una especie de cinturón,  que comprende a otros centros periféricos que son ciudades satélites, y funcionan como ciudades dormitorios. Nos hospedamos en un hotel que se encuentra a 20 kms. del centro cívico, y luego de acomodarnos, decidimos hacer una breve paseo en auto por la parte central de la ciudad. Cuando uno piensa en el centro de una ciudad, siempre se le representa como un lugar reducido y  compacto en donde los edificios se apretujan unos con otros. Nada de esta idea esta presente en Brasilia, donde por el contrario, las dimensiones de las calles, avenidas, paseos,  y edificios son inconmensurables, imposible de estimar sus dimensiones. Además existen infinidad de  grandes espacios verdes que sirven de separación a los edificios, las calles, etc. La ciudad se encuentra cruzada por grades autopistas y avenidas, que la convierten en no apta para peatones por que las distancias a recorrer entre un edificio y otro resulta agotadora para el común de los mortales. Tampoco es apta para los automovilistas debido a la gran cantidad de vehículos que transitan, y la imposibilidad de conseguir estacionamiento. Conclusión, esta ciudad solo se puede recorrer en una excursión, algo que vamos ha hacer mañana dejando de lado nuestra inveterada costumbre de movernos por nuestros propios medios. Demás está decir que regresar al hotel a una hora pico, tal como hicimos, fue una odisea que nos llevó cerca de una hora para recorrer los 20 kms.
 
Pirenópolis
 
  Pirenópolis - Iglesia Catedral
 
  Pirenópolis- Iglesia Catedral
 
  Pirenópolis - Cine
 
  Pirenópolis
 
  Pirenópolis - Teatro
 
 Saltos de  Corumbá
 
 Brasilia - Iglesia Catedral
 
Brasilia - Circo du Soleil

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