Pensábamos que el
camino que hoy íbamos a recorrer transcurriría por el llano y por carretera pavimentada,
y así fue, la primera mitad, por que a partir de allí dejamos el pavimento y nos internamos
por un camino muy solitario, con muy poco tráfico, de tierra y ripio que
atravesaba un territorio montañoso. Si bien era muy solitario, cada tanto
aparecían en las orillas de los ríos y arroyos que cruzábamos, o que corrían paralelo
al camino, pequeños campamentos de buscadores de oro, una actividad que
actualmente se continúa desarrollando en la zona, con instalaciones que van,
desde algunas muy completas que utilizan equipo pesado para las excavaciones,
hasta pequeños buscadores que lo hacen en forma artesanal, equipados sólo con
pala y pico, y una especie de palangana que usan para decantar las arenas
auríferas. Entre los pequeños poblados que atravesamos hubo uno llamado "Chiken", es decir pollo, a secas, en el que habia una tienda de souvenir con toda una parafernalia de cosas en los que tenían el chiken como el emblema de este simpático animal.
La actividad de la
búsqueda de oro se remonta al siglo XIX, cuando a partir del descubrimiento de
ricos yacimiento en 1868, se desató la llamada “fiebre del oro” que tuvo a Alaska como el territorio
protagonista de esta especie de histeria colectiva que convirtió en mineros a
personas con los más diversos oficios de todo el mundo, incluidos escritores
como Robert Service y Jack London quienes vinieron desde Inglaterra para
sumarse a esta frenética búsqueda y terminaron encontrando la gloria literaria.
Es difícil comentar sobre esta epopeya, en parte por los escasos conocimientos
que hemos podido asimilar, pero hay un detalle que sirve para describir las
vicisitudes por las que debieron atravesar estos buscadores. Ellos venía desde
la costa oeste de los EE UU,
principalmente en barcos, pero los yacimientos se encontraban bien adentro del
territorio, y para llegar a ellos había que superar una alta cadena montañosa. Este
trayecto se hacía a través de uno dos pasos a gran altura que facilitaban el
cruce, el White Pass y Chilook Pass, pero éstos no eran fáciles de
superar, punto tal que existe un mojón
en un lugar al que llamaron “dead horse
trail”, o sea “camino de los caballos muertos” por que se calcula que en él
murieron más de 3.000 caballos debido a caídas por los precipicios, fatiga, frío y por la falta de pastos para
alimentarse. Al final de este camino arribaban al Lago Benet, lugar de
nacimiento del Río Yukón. El viaje continuaba, ahora navegando 1.200 kms. por
este inmenso y peligroso río en más de 10.000 embarcaciones que ellos mismos
construyeron con madera de los árboles de la zona, para llegar a Dawson, en esa
época un improvisado campamento desde donde se dirigía en todas las direcciones
a buscar el precioso metal. Una dificultad adicional es que este cruce debe hacerse
en el corto verano para llegar al Yukón antes de que éste se congelara. Eran
tanto el riesgo de morir de hambre que
asumían estas personas que la Real Policía Montada de Canadá impuso la obligación
de que cada persona que se encaminara hacia las tierras altas del Yukón debía
llevar alimentos y vituallas suficientes para alimentarse un año. Esto
implicaba que debían cruzar más de una vez esos pasos montañosos para completar
el transporte de esas vituallas. En el transcurso de esta epopeya nacieron
varias ciudades a partir del crecimiento de los improvisados campamentos que
montaron los buscadores a orillas de los principales ríos, tal es el caso de
Whitehorse a orillas del Río Yukón, y Dawson a orillas del Río Klonndique en su
desembocadura en el Yukón. Esta última ciudad llegó a tener a comienzos del año
1900 alrededor de 40.000 habitantes, y luego de que se agotaron las vetas se
operó el fenómeno inverso, y la ciudad quedó prácticamente abandonada, habitada
por sólo 5.000 personas. En este estado vegetativo la ciudad se mantuvo por
muchos años hasta que paulatinamente se comenzó a desarrollar nuevamente la
minería con la explotación de otros minerales, además de oro y se fue instalando
la industria sin chimeneas que es el turismo. El estado contribuyó a restaurar
muchas de los edificios con el buen criterio de no contaminar el lugar con
construcciones modernas, por lo que hoy la ciudad se muestra como en sus
comienzos, por ello nos resultó muy atractiva y original. Durante el recorrido
visitamos las principales construcciones entre ellas las cabañas donde vivieron
los escritores mencionados, el casino donde disfrutamos de un colorido show con
música y bailes de comienzos del siglo XX, la iglesia, el cementerio.
Fairbanks - Dawson - Delta del Río Tanana
Fairbanks - Dawson - Fauna Mansa
Fairbanks - Dawson - Fauna Mansa
Fairbanks - Dawson - El Pueblo de Chiken
Fairbanks - Dawson - Hotel de Dawson Donde nos Hospedamos
Fairbanks - Dawson - Construcciones Comerciales del 1900
Fairbanks - Dawson - Teatro Palace Todavía en Funcionamiento
Fairbanks - Dawson - Locales Comerciales del 1900
Fairbanks - Dawson - Edificio de Correos
Fairbanks - Dawson - Barco Utilizados en el Yukon desde 1930 a 1950
Fairbanks - Dawson - Flores por Todas Partes
Fairbanks - Dawson - Cabaña del Escritor Rober Service
Fairbanks - Dawson - Construcción Llamada Caché Utilizada para Proteger los Alimentos de los Osos
Fairbanks - Dawson - Cabaña del Escritor Jack London
Fairbanks - Dawson - Casino de Dawson el Primero del Canadá
Fairbanks - Dawson - Interior del Casino
Fairbanks - Dawson - Show de Epoca en el Casino
Fairbanks - Dawson - Show de Epoca en el Casino
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