Nuestro Viaje al Norte

10/03/2013 - 203º DIA – PORVENIR – PUNTA ARENAS (EN FERRY)

Domingo lluvioso y frío, holgazaneamos en el hotel, y aprovechamos para actualizar esta página. La barcaza recién sale las 17 hs., como no tenemos reserva para la camioneta, nos jugamos a que vamos a conseguir un lugar. Mientras tanto decidimos visitar el Museo de la ciudad, cuando llegamos, nos llevamos una gran sorpresa: el edificio del museo es la construcción más moderna y grande de la ciudad, lo que nos hace pensar sobre la importancia que otorgan los chilenos a la cultura. Durante la visita pudimos apreciar una muestra muy completa sobre la historia de los pueblos originarios de esta parte de la Isla de Tierra del Fuego, especialmente los selk-nam, también llamados onas, un pueblo nómade y cazador, con quienes se relacionaron los primeros colonizadores. Es importante destacar que los primeros hombres blancos que llegaron aquí, fueron predicadores ingleses, después llegaron otros religiosos, como los salesianos, que proveían de Italia quienes fundaron una importante misión en las cercanías de Río Grande, que todavía se encuentra en actividad. En los comienzos del siglo XX, hubo una masiva inmigración de colonos procedentes de Croacia, los que se radicaron definitivamente en la zona, y hoy, sus descendientes constituyen una parte muy importante de la población. También existe una recopilación de elementos físicos y fotográficos sobre la actividad de búsqueda y extracción de oro que desató una especie de “fiebre del oro” de manera contemporánea con la registrada en Alaska, pero sin alcanzar el éxito que obtuvieron en el norte, por lo que años después, la actividad, decayó y fue abandonada. En la actualidad se están haciendo nuevas prospecciones, cuyos resultados podrían servir para reactivar esta actividad. Finalmente visitamos el cementerio y después nos fuimos al embarcadero para aguardar la hora de salida de la barcaza en la que, afortunadamente, pudimos embarcar. De todo modos, en caso de no conseguir lugar es posible llegar a Punta Arenas a través del ferry que une Bahía Azul con Punta Delgada, pero queríamos evitar los 80/90 kilómetros de ripio que había que transitar, y por otra parte, viajando por mar había posibilidades de ver ballenas y delfines. Acertamos con la elección por que tuvimos la suerte de ver un grupo de toninas que se arrimaron a la embarcación y, con sus clásicos saltos por fuera del agua nos dieron un espectáculo por algunos minutos. Finalmente llegamos a Punta Arena y con mucha suerte, en poco tiempo, encontramos una confortable cabaña, en realidad es un departamento que aquí llaman cabaña, en el barrio croata muy cercano al centro.