La
larga etapa que transitamos hoy se desarrolló totalmente sobre pavimento, los primeros 350 kms., hasta la importante ciudad
de Temuco, por una muy cuidada autopista chilena con cobro de peajes, luego por
un camino de montaña pavimentado que fue atravesando zonas agrícolas y
ganaderas, muchas de ellas explotadas por comunidades mapuches, según podíamos
advertir en los carteles que había sobre la ruta. Es de hacer notar que en esta
zona se encuentra el epicentro de la protesta indígena, donde son frecuentes los actos de violencia
protagonizados entre los hacendados blancos, mucho de ellos de origen alemán,
con los pobladores originarios.
Finalmente llegamos al paso fronterizo de Pino Hachado, donde cumplimos
con los trámites acostumbrados para ingresar a territorio argentino. En este
lugar advertimos un error en la logística del viaje originado en la creencia de
que había una población donde repostar combustible. Esto no fue así ya que en
el lugar sólo existen las instalaciones del centro fronterizo y no hay ningún
tipo de servicios. La camioneta tenía combustible para recorrer 29 kms. y la
próxima población que dispone de estación de servicios es Las Lajas distantes
55 kms., como no había alternativa para conseguir combustibles recurrimos a
nuestra pericia para estirar al máximo la reserva de combustible para lo cual
aprovechamos los desniveles del terreno, y conduciendo, a baja velocidad
en las marchas más altas que permitía el
motor, llegamos a Las Lajas con un resto de combustible como para recorrer 10
kms. más. Esta cuestión en ningún momento fue motivo de preocupación, más allá de
que tal vez tendría que hacer dedo para llegar, y volver de la ciudad en caso
de que nos quedáramos varados a la vera de carretera.
En
todo el camino no encontramos paisajes dignos de mención, más allá de las
inmensas araucarias que en formas de bosques en muchos tramos bordean la ruta. También
en las cercanías de Caviahue encontramos unas curiosas formaciones rocosas
muchas de las cuales tenían en sus laderas unas especies de pequeñas grutas o
santuarios, construidas seguramente por la gente como ofrendas de carácter
religioso.
Lo más
grato del día fue encontrarnos, de casualidad, en una estación de servicios de Chile con
Franco, un joven valiente y decidido, oriundo de la Ciudad de Buenos Aires, que
canceló sus compromisos laborales, académicos y sentimentales para largarse a
recorrer el largo camino de va de Buenos Aires a Ushuaia, y de allí hasta
Alaska en una antigua combi Volkswagen, que acondicionó de manera muy sencilla
y económica, para transformarla en una motor home que le sirve de vivienda
permanente. El encuentro se produjo cuando ya está retornando de Ushuaia, cerca
de la ciudad de Temuco, donde había trabajado dos semanas en una construcción
para hacerse de algún dinero con el que
alimentar su combi y continuar avanzando hacia el norte. Nos congratulamos
mucho de conocer a una persona joven (25 años) que ha iniciado el viaje de su
vida, el que seguramente, le aportará una invalorable experiencia que le
ayudará a transitar más felizmente por esta vida.
Franco de Buenos Aires. Sangre Joven Transitando la Ruta Ushuaia - Alaska
Franco de Buenos Aires. Sangre Joven Transitando la Ruta Ushuaia - Alaska
La Precordillera se Viste de Otoño
Largo Túnel (4,8kms.) en la Precordillera Chilena
Las Araucarias Siempre de Temporada
Las Araucarias Siempre de Temporada
Extraña Construcción sin Habitar en la Precordillera Chilena
Curiosas Formaciones Rocosas Cerca de Caviahue
Curiosas Formaciones Rocosas Cerca de Caviahue
Curiosas Formaciones Rocosas Cerca de Caviahue
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