Nuestro Viaje al Norte

29/07/2012 – 124º DIA - WATSON LAKE – HOUSTON - 935 KMS.

Hoy recorrimos una larga etapa por caminos de pocos atractivos más allá de los lagos y los bosques que nos acompañan siempre. Cada vez estamos más convencidos que los pinos y los lagos que le sobraron a Dios después de la creación, los dejó caer sobre Canadá. Fue un viaje muy tranquilo y apacible en un clima que invitaba a repasar las cuestiones más relevantes que hemos ido percibiendo más allá de las bellezas naturales. En este sentido destacamos el interés de la gente por estar en contacto con la naturaleza, esto es, posiblemente, debido a lo extenso del invierno y las bajísimas temperaturas que soportan, lo que los obliga a permanecer a cubierto mucho meses, de manera tal que cuando llega la estación cálida desean estar al aire libre el mayor tiempo posible. Esto lo hemos conjeturado a partir de la gran cantidad de personas que se movilizan en todo tipo de casas rodantes, y las que practican el campamentismo equipados con un sencillo equipo de camping. Además son muy numerosos los campamentos y lugares de acampada, desde los más sofisticados que cuentan con todo tipo de servicios y comodidades, hasta aquellos que solo disponen de un grupo sanitario, en algunos casos sin agua.

Otra cuestión importante es la relación que mantiene la sociedad “blanca” para llamarla de alguna manera, con los grupos originarios (indios). Por lo que hemos visto y oído a través de comentarios, la sociedad “blanca” respeta plenamente la autonomía de las comunidades indígenas no avanza sobre ellas, y les permite mantener su estilo de vida y costumbres Ellos viven a su manera, en villages y tienen sus propias autoridades, por supuesto que sometidas a las leyes de sociedad organizada. El estado se hace cargo de asegurarles su bienestar económico y social satisfaciendo sus necesidades económicas, educativas, sanitarias y sociales, además de incentivarlos para que accedan a niveles superiores de educación y cultura, para lo cual les subsidia la totalidad de los gastos necesarios para tal fin, es decir les abren las puertas del crecimiento personal y profesional, pero no los obligan a recibir esta ayuda.

El resto es una cuestión conocida por todos, la seguridad en el tránsito y en las ciudades, el estado de las carreteras, el buen trato que la gente se dispensa, la ausencia total de vandalismo, etc.

Así fue que pensando en estas cuestiones llegamos a nuestra meta, un pequeño pueblito, en el que como todos, los edificios más importantes son: la escuela y la biblioteca pública.

En el viaje tuvimos nuestra cuota diaria de vida silvestre ya que pudimos observar, un zorro, dos osos y dos alces. De éstos últimos alcanzamos a tomar dos fotografías a mucha distancia, fue nuestro premio consuelo.