Nuestro Viaje al Norte

31/08/2013 - 241º DIA– SANTA INES – BELEM - 565 KMS.

Bien temprano iniciamos el tramo final de este recorrido que nos llevaría a través de un excelente camino bordeado de inmensos cultivos de palmera de acaí, hasta el hito norte de este viaje. Utilizando la expresión de moda el viaje estuvo “todo bien”, sin mayores alternativas para el comentario, arribamos cerca de las catorce horas. Sobre esta palmera, hemos sabido que su fruto, un producto muy utilizado en la dieta amazónica y que, en los últimos años, su producción ha tomado mucho auge debido a las propiedades beneficiosas para la salud que tiene, incluso su consumo se ha extendido por todas partes, y hoy se exporta a países como Estados Unidos y Canadá. Luego de transitar 8.250 kilómetros, LLEGAMOS y la ciudad nos sorprendió por lo extendida que es su área urbana que incluye a los municipios de Ananindeua, Benavides, Marituba y Santa Bárbara, los que conforman un núcleo urbano habitado por más de dos millones de personas. Afortunadamente, el hotel que teníamos reservado está localizado en el Centro de la ciudad, por lo tanto cerca de los principales puntos de interés. Por la tarde, lo primero que hicimos, fue tomar contacto con el majestuoso e inmenso Río Amazonas, en cuya margen este se erige la ciudad, lo hicimos paseando por un lugar llamado Estación Das Docas, una zona portuaria de antiguos galpones que eran usados como depósitos y que estaban totalmente abandonados, hoy lucen recuperados, y se han sido convertidos en un excelente lugar de paseo, centro gastronómico y de diversión, algo así como la versión brasilera de Puerto Madero, en Buenos Aires. Vecino a la Estación Das Docas está la Estación Fluvial, lugar desde donde parte el servicio de lanchas colectivas utilizadas para llegar a islas cercanas o bien a lugares en las que el desplazamiento acuático resulta mas eficiente que el terrestre, y justo al lado está uno de los mercados más viejos del mundo. Se trata del Mercado Ver –o – Peso (ver el peso). Este mercado tiene una antigüedad de trescientos ochenta y cuatro años, desde la época de la colonización portuguesa. Su nombre obedece al hecho de que en aquella época la administración de la ciudad cobraba un impuesto que gravaba a todas las mercancías que en él se comercializaban sobre la base del peso de las misma, de allí que las autoridades exigían “ver o peso”. El mercado está dividido en dos sectores. El primero es lo que se llamaría en lenguaje de Shopping “la plaza de comidas”, es frecuentado por la gente más humilde que consume todo tipo de comidas regionales y bebidas, especialmente cerveza, en cantidades industriales. Como no hay mesas, los clientes se las arregla para consumir como puede, apoyando los productos en sillas o banquetas, de parados, etc. Demás está decir que en el lugar reina gran animación, la que puede llegar al caos. Luego está lo que sería el mercado propiamente dicho, un lugar muy, pero muy original en el que se puede obtener de todo, desde animales vivos hasta medicamentos, pasando por comestibles, carnes, pescados, ropas, utensilios, etc. El problema es que estos lugares no resultan seguros para el turistas debido a la gran cantidad de marginales y carteristas que pululan por el lugar, por lo que la prudencia obliga a estar atentos, transitar por el núcleo central, y no Permanecer en el lugar luego del atardecer. Nosotros intentamos caminar algunos pasos fuera de los límites y un local no advirtió que no hiciéramos. A buen entendedor pocas palabras.

Un comentario aparte merece el estado de conservación de esta área, el centro de la ciudad, es impresionante el deterioro que muestran casi todos los edificios, tanto públicos como privados, incluso las iglesias. La impresión es que nadie hizo nada para el mantenimiento y conservación desde hace trescientos años, parece una zona asolada por un conflicto bélico, al que se la ha sumado la acción depredatoria de los vándalos. Luego de caminar y ver llegamos a la conclusión de que esta zona es imposible de recuperar, sólo se justifica el trabajo de las topadoras, pero algunas personas residentes se muestran optimistas por que el actual prefecto le ha dado prioridad a la recuperación de esta área y está trabajando de manera efectiva, lo cual ha sido valorado por estas personas quienes afirman que ahora se está mucho mejor que algún tiempo atrás cuando directamente no se podía transitar por el lugar.