A primera
hora de la mañana iniciamos la visita a la ciudad concurriendo al Mercado de
Pescados, un lugar que resultó carente de todo interés debido a que las
instalaciones han sido modernizadas y no ha quedado ningún vestigio del ajetreo
que tienen estos lugares cuando son los mismos pescadores quienes comercializan
el fruto de su trabajo, ahora las instalaciones se asemejan más a un mercado
modelo. Desde allí nos dirigimos a la avenida que bordea el importante Río
Cuiabá que atraviesa la ciudad para, nuevamente quedar decepcionados, debido a
que el río discurre entre arbustos y depósitos de basuras, a cierta distancia
de la avenida sin que siquiera se lo pueda observar. A esta altura de la mañana
ya dudábamos de los encantos de la ciudad, y
luego de consultar la guía de viaje, llegamos a la conclusión de que no
ofrecía atractivo alguno para los visitantes, por lo que luego de visitar el
único punto de relativo interés que es el monolito que marca el centro
geodésico (geográfico) de América del Sur, decimos dar por finalizada la visita
y poner proa hacia El Pantanal. Sobre Cuiabá
debemos comentar que ha sido designada como subsede del Campeonato Mundial de
Futbol que se llevará a cabo el próximo año, en consecuencia esta ejecutando un
conjunto de obras públicas de manera un tanto caótica que originan
múltiples cortes de calzadas que complican sobremanera el movimiento
vehicular, sobretodo por la ausencia y/o deficiencia de la señalización, por lo
que, abandonar la ciudad, para nosotros, fue lo más parecido a encontrar la
salida de un complicado laberinto. Cuando por fin encontramos la ruta nos
dirigimos a Poconé, un pueblo ubicado a noventa kilómetros, donde comienza la
carretera denominada “Transpantaneira” que tiene una extensión de ciento
cuarenta y cinco kilómetros y que se interna en el famoso Pantanal para finalizar en Puerto Jofré a orillas del mismo
Río Cuiabá.
Respecto de
El Pantanal es importante destacar que se trata de un extenso territorio que
Brasil comparte con Bolivia y Paraguay. Tiene una superficie de 230.000 kms.
cuadrados, de los cuales sólo 130.000 kms pertenecen a Brasil. Para tener una
idea comparativa de lo que significan estas cifras, se puede tener presente que
la Provincia de Córdoba tiene una superficie de 165.000 kms. cuadrados, o sea
que sólo la porción que corresponde a brasil representa el equivalente al 80 %
de la superficie de la Provincia de Córdoba. El Pantanal, hace millones de años,
fue un mar, luego devino en un gran lago que se secó, y hoy es una inmensa
llanura aluvional rodeada de cadenas montañosas que evacuan hacia ella el agua
de las abundantes lluvias que caen en el periodo que va de Octubre a Marzo, por
lo que en dicho periodo gran parte de este territorio permanece inundado. En
esta inmensa llanura se encuentra, selvas, bosques, praderas, tierras áridas,
etc. o sea todo tipo de suelo y vegetación. Debido a que prácticamente no
existen caminos que la crucen, el territorio permanece virgen en gran parte,
habitando en ella mucha y variada fauna y flora. Hoy en día es la meca del
turismo ecológico por que aquí se pueden encontrar en su hábitat natural a
muchas especies valiosas. Para ello si no se dispone de tiempo y dinero para
hacer una excursión al interior del pantano y recorrer embarcado los ríos, y
arroyos que lo cruzan, con sólo transitar por la Transpantaneira, que es lo que
nosotros hicimos, se pueden observar
especies tales como las que tuvimos la suerte de avistar, entre ellas: gran
variedad de aves, algunas que pudimos identificar como garzas, tucanes, pájaros
carpinteros, ñandúes, halcones, además de muchas otras que desconocemos. También
pudimos ver yacarés de todo tipo y tamaño, antas, monos, osos hormigueros y
capivaras. En síntesis: visitar El Pantanal es como ingresar en un gigantesco
zoológico y ver a lo animales en su hábitat natural. La nota del día la
obtuvimos cuando, al regresar ya caída la noche, al salir de una depresión
encontramos sobre la ruta una colonia de yacarés con más de veinte ejemplares
de distintos tamaños, algunos realmente imponentes, que estaban allí
posiblemente, por que la tierra mantiene el calor del día y estos animales
aprecian los lugares cálidos. Siempre hemos creído que los grandes milagros
realmente ocurren, bien, hoy hemos podido confirmar que los pequeños también.
Esto lo podemos afirmar debido a un hecho menor que nos tuvo como
protagonistas. En algún momento del viaje, debido probablemente al mal estado
de camino, observamos que una de las luces bajas de la camioneta se había
quemado, el tema hubiera carecido de importancia si no fuera por que era de noche
y todavía teníamos que viajar unos ciento cincuenta kilómetros. Por ese motivo
nos detuvimos en una estación de servicios para intentar cambiar la lámpara
utilizando una de repuesto que teníamos. Al ingresar a la estación de servicio caí
en la cuenta que tal vez no fuera fácil hacer este cambio por que, en estos vehículos modernos, nada es sencillo, y
pensé en encontrar alguna persona idónea que lo hiciera. Como para no creer: en
ese mismo momento observo en un lugar apartado, debajo de un farol a una
persona trabajando sobre el motor de un auto, a él me dirijo y le pido
colaboración, a lo que accedió de inmediato ya que era mecánico itinerante, y
habitualmente atendía su clientes en este lugar. Encuentro la lámpara de repuesto
sólo para advertir que no era la que usa este vehículo. El mecánico, que luego
supimos se llama Cremente, tomó su auto y se dirigió a Poconé, el minúsculo
pueblo de no más de veinte manzanas para tratar de conseguir la adecuada, algo
que nos parecía de imposible ocurrencia, pero no fue así y a los pocos minutos apareció
Cremente con el repuesto y con él la solución al problema lo que nos permitió
seguir viaje de acuerdo con lo previsto. Para nosotros constituyó un pequeño
milagro el hecho de que, un día viernes
trece, por la noche, nos detuviéramos en una estación de servicio al azar, en
un pueblo mínimo, encontrar un mecánico
trabajando en una playa de estacionamiento, y además conseguir un repuesto que
no es común, es, sin lugar a dudas, un hecho excepcional. Regresamos sin
novedades a Cuiabá y para evitar repetir la mala experiencia que tuvimos a la
mañana para salir de la ciudad, nos alojamos
en un hotel en la ruta.
Cuiabá - Centro Geodésico de América del Sur
Camino al Pantanal - Pájaros Coloridos a la Entrada de Nuestra Sra. do Livramento
Acceso a Poconé
Inicio de la Transpantaneira
El Pantanal - Antas o Tapires
El Pantanal - Antas o Tapires
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños
El Pantanal - Imagen de San Francisco Patrono de la Ecología
El Pantanal - Ñandúes
El Pantanal - Ñandúes
El Pantanal - Garzas
El Pantanal - Gigantesco Hormiguero
El Pantanal - Ave No Identificada
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños
El Pantanal - Garzas
El Pantanal - Garzas
El Pantanal - Ave No identificada
El Pantanal - Puerto Jofré
El Pantanal - Frutos del Azaí
El Pantanal - Capivaras
El Pantanal - Capivaras
El Pantanal - Oso Hormiguero
El Pantanal - Oso Hormiguero
El Pantanal - Oso Hormiguero
El Pantanal - Atardecer
El Pantanal - Yacarés de Todo Tipo y Tamaños en la Noche
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