Nuestro Viaje al Norte

01/02/2012 – 31º DIA –POPAYAN - CALI - 145 KM.

Corto viaje, ahora transitando por caminos sinuosos pero de menor altura que los que veníamos andando en los últimos días, hasta llegar al valle en el que se encuentra ubicada la ciudad de Cali. Lo más destacado es la vegetación y los cultivos que se ven a la vera del camino, y la cantidad de controles policiales y la presencia de tropas del Ejercito Colombiano, los que tratan a los viajantes con educación y cortesía. A la salida tuvimos inconvenientes para cargar nafta. Ocurre que en las ciudades pequeñas solo se consigue nafta común (84 octanos), y como ya estábamos en reserva tuvimos que abastecer con nafta común, luego ya viajando, cuando encontramos nafta extra (95 octanos) completamos el depósito.

Por la tarde visitamos el casco histórico de la ciudad, el cual es pequeño y está muy vigilado por lo que uno tiene una sensación de seguridad. Cuenta con una gran cantidad de iglesias, capillas y conventos, entre ellas la Iglesia del Carmen que es la primera iglesia que tuvo la ciudad. Esta es muy sencilla en su construcción que data del siglo XVI, pero el retablo que existe en su interior es una obra magnifica. El resto del centro es muy grande y en él se lleva a cabo una intensa actividad comercial (formal e informal). Cuando nos encontrábamos en la Plaza Caysedo preguntamos a uno de los policías que se encontraban en el lugar sobre la dirección de la oficina de turismo. Esta persona, no solo nos informó sobre lo que le consultábamos, sino que nos hizo una reseña histórica desde los orígenes de la ciudad hasta nuestros días, con una erudición y amabilidad que nos dejó asombrados, y no solo eso, nos anotó los números de teléfonos de la Policía de Turismo y nos recomendó que por cualquier dificultad que pudiéramos tener no dudáramos en contactarlos. Realmente la actitud y profesionalidad de este policía nos dejó asombrados, y así se lo manifestamos al momento de agradecerle los servicios.

Por la noche Silva y Diego, la pareja de colombianos que habíamos conocido cuando visitamos el Machu Pichu, a quienes contactamos antes de llegar a la ciudad, nos agasajaron con una excelente cena compuesta por platos típicos colombianos en un restaurante muy pintoresco ubicado en el barrio de San Antonio en la parte alta de la ciudad, y luego fueron nuestros cicerones durante el largo paseo nocturno que hicimos por la ciudad. De todos los lugares de interés que visitamos, el mas original resultó el Paseo del Gato y las Gatas, un parque ubicado en una de las márgenes del Río Cali que atraviesa la Ciudad, muy arreglado y arbolado. Lo del Gato, según nos informaron nuestros amigos surgió a partir de que un artista plástico local construyó una estatura muy moderna de un gato, la cual fue instalada en ese parque, el que a partir de ese momento fue bautizado de manera informal como Parque del Gato, luego alguien entendió de que el gato necesitaba compañía y a través de un concurso público muchos artistas sumaron a la obra otras representando diversos tipos de gatas, todo lo cual devino en un paseo muy bello y original.