Nuestro Viaje al Norte

13/02/2012 – 43º DIA – PANAMA

El hotel donde nos alojamos está ubicado en la zona de Calidonia entre el casco antiguo y el distrito financiero. Como la distancia no resulta excesivamente larga decidimos caminar hasta el casco histórico por la Av. Balboa que corre por la ribera del mar, y desde la cual se tiene una bonita vista a la distancia tanto de la ciudad nueva como del casco antiguo. En nuestro recorrido pasamos y visitamos el Puerto de Mariscos lugar donde parten y arriban las lanchas y barcos de pesca. Esta actividad ha originado el desarrollo de un mercado de pescados y mariscos en el que se pueden adquirir estos productos ó bien comerlos en los muchos puestos, kioscos y restaurantes que hay en el lugar. Prosiguiendo con nuestra caminata llegamos a la zona antigua de la ciudad en la que pudimos apreciar varios de los edificios mas destacados, entre ellos el Palacio Presidencial, la Iglesia Catedral, Las Bóvedas que es un pintoresco paseo sobre elevado en la orilla del mar, el Parque Simón Bolívar y la Plaza Francia. Como venimos de visitar Cartagena una ciudad que cuenta con un amplio y restaurado centro histórico, es imposible no efectuar la comparación entre uno y otro lugar. El resultado es netamente favorable a Cartagena por el estado de restauración y conservación que tienen todas las construcciones, lo contrario de lo que ocurre con las de Panamá que lucen un gran estado de abandono y un evidente atraso en la ejecución de las obras necesarias para rescatar este importante legado histórico. Asimismo, la ciudad presenta en todo los sectores una total falta de limpieza y conservación lo que lleva a pensar que estas actividades no cuentan en la agenda de los funcionarios responsables.

Por la tarde visitamos La Calzada de Amador siguiendo los consejos leídos en un folleto distribuido por la oficina de turismo. Se trata en realidad de un viaducto que enlaza las islas de Nao, Flamenco y Perico. En esta última existe un centro comercial en decadencia y algunos bares y restaurantes la mayoría de ellos cerrados ó abandonados. Realmente un paseo frustrante.

El detalle insólito del día: lo constituye el estado lamentable que presenta la Iglesia Catedral, es algo que nunca antes habíamos observado: absoluta falta de limpieza, tanto en el exterior como en el interior del templo, y una total ausencia de mantenimiento, aún el mas elemental, a punto tal que hay yuyos en el atrio, ni que hablar de la pintura de los muros, sencillamente se desconoce el color de los muros.

Un objeto para el recuerdo: el altar de oro existente en la Iglesia San José (siglo XVII). Es sencillamente impresionante por su tamaño y por los trabajos de labrado que tienen los objetos que lo componen.